El Ministerio de Hacienda publicó el 24 de febrero de 2016 algunas orientaciones que pueden servir para la elaboración de códigos de ética en el sector público. Lo anterior como parte de los compromisos por la Agenda de Probidad y Transparencia en los Negocios y la Política anunciado por el gobierno de Chile.

Ver recomendaciones:

Orientaciones o Lineamientos para elaboración de Códigos de Ética en el sector público

Usualmente la piedra angular de todo programa de compliance es el código de ética.

En general existe consenso en que un código de ética debe ser fruto de un proceso de reflexión y discusión de los mismos empleados que definen valores, principios y conductas relevantes que deben ser abordados en el código. Un código de ética deber ser consecuencia de un proceso participativo, representativo y transversal considerando las características de cada organización. De este modo resulta importante la opinión de los propio empleados, clientes, proveedores e incluso de la propia comunidad. ¿Cómo se hace esto? Se pueden utilizar encuestas o grupos de discusión. Un canal de denuncias o canal de integridad corporativa puede constituir un buen elemento en este punto también, toda vez que permitirá escuchar a los que no se atreven a dar opinión por temor a represalias o prefieren expresar una opinión anónima.

Tone from the top

Para que un código de conducta sea una herramienta eficaz es importante el apoyo de la alta dirección y que la inducción y capacitación se hagan con especial énfasis en el compromiso que tiene los jefes de servicios o de áreas. Es necesario que la alta dirección aparezca respaldando el código e incentivando su aplicación y cumplimiento. Para esto último puede ser importante someter al sistema implementado a revisión por un tercero experto. Una auditoría o certificación del sistema de ética permitirá conocer la opinión respecto de su diseño e implementación en la práctica.

Existen diversos estudios que han concluido que empleados de empresas con códigos de conducta fuertemente internalizados experimentan un notorio mejor comportamiento que se traduce, además, en una mejor gestión y rendimiento.

¿Y qué sucede en los servicios pequeños o en las PYMES?
Los códigos de ética resultan especialmente relevantes tratándose de empresas medianas y pequeñas, que son especialmente sensibles a las relaciones entre empleados  y con la comunidad.

¿Cuáles son las recomendaciones de la autoridad en el diseño del código de ética?

1. Redacción amistosa: se recomienda que el código se redacte de un modo que sea fácil de entender y utilizando persona plural (nosotros) en su redacción siempre en tono positivo no coercitivo.
2. Brevedad: debe referirse a las conductas y ámbitos más importantes sin repetir normas de probidad
3. Claridad: evitar ambiguedad y dotar de contenido preciso a la norma, definiendo las conductas y señalando ejemplos.

Podemos definir un código de ética, o código de conducta como un instrumento escrito que expresa los valores, responsabilidades y obligaciones en una institución.

Un código de ética proporciona a los empleados una guía para el comportamiento en situaciones difíciles relacionadas con el negocio.

Las instituciones públicas y privadas debieran desarrollar sus propios códigos, sobre la base de sus valores fundamentales. En efecto, no existen códigos de ética tipo, sino que cada uno debe adecuarse a las especiales características de la organización que se trate. Por otra parte para que sea eficaz, debe integrarse al negocio, es decir los empleados debe conocer su existencia, contenido y obligatoriedad.